El estadounidense Christopher Ross, nuevo enviado especial del secretario general de la ONU para el Sáhara, concluyó ayer su primera gira por el Magreb levantando acta del total desacuerdo entre las partes. Hoy mantendrá entrevistas en Madrid antes de viajar a París.
Su intención es convocar, en Manhasset (a las afueras de Nueva York), en primavera, una cuarta ronda negociadora entre Marruecos, que controla la ex colonia española, y el Frente Polisario, que reivindica su independencia, según anunció el propio Ban Ki-moon. "Ambas partes parecen irreconciliables", advierte, no obstante, Khadija Mohsen-Finan, investigadora del Instituto Francés de Relaciones Internacionales.
La llegada a la Casa Blanca de un presidente demócrata, Barack Obama, ha levantado el ánimo de Mohamed Abdelaziz, el líder del Polisario. "Tenemos la impresión de que durante esta presidencia la independencia será reconocida", declaró a la agencia de prensa argelina APS.
Una frase ambigua de Ross, al término de su visita a los campamentos de refugiados de Tinduf (suroeste de Argelia), confortó aún más sus esperanzas. Se pronunció por "una solución mutuamente aceptable", pero que "tome en cuenta el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación".
Para EE UU, "el Sáhara es una gota de agua en un océano", recuerda Mohsen-Finan. De ahí que no vaya a presionar con fuerza para que la negociación prospere.
Poco antes de que llegase Ross, el consejero político de la Embajada de EE UU en Rabat, Craig Karp, viajó al Sáhara para reunirse con saharauis que han denunciado atropellos de las fuerzas de seguridad marroquíes. Ese gesto es inimaginable por parte de cualquier embajada de la UE en Rabat, empezando por la de España, temerosas de indisponerse con Marruecos
Rabat y el Polisario están dispuestos a reunirse, pero discrepan sobre qué debatir. La negociación "no ha de partir de cero", insiste el ministro portavoz del Gobierno marroquí, Khalid Naciri. Debe centrarse en su oferta de autonomía para el Sáhara, como propuso el predecesor de Ross, Peter van Walsum.
El Polisario quiere que la discusión sea abierta para poder exigir un referéndum de autodeterminación. Hace además hincapié en que la Minurso, el contingente de la ONU en el Sáhara, debe incluir en sus competencias la vigilancia del respeto de los derechos humanos.
IGNACIO CEMBRERO - Madrid - 25/02/2009
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